Uno de nuestros lectores nos pidió:
¿Cómo el cambio climático afecta y afectará a la seguridad alimentaria?
Para poder contestar esta pregunta, pedimos la ayuda del Dr. Luis Alexis RodrÃguez Cruz, quien trabaja temas relacionados con sistemas agroalimentarios, el ambiente, la ciencia y la polÃtica pública. Aquà es su respuesta:
Me voy a dejar la definición multidimensional de seguridad alimentaria de la Organización de Agricultura y Alimentos de las Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés) para contestar cómo el cambio climático la está afectando (y afectará) : “Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso fÃsico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sanaâ€.
Se estima que el 29% de la población global no vive con seguridad alimentaria. El cambio climático es uno de los determinantes de ese porcentaje. Los cambios que estamos viviendo, como eventos extremos, exacerban vulnerabilidades existentes, como lo son la pobreza y la desigualdad. Y estas vulnerabilidades, a su vez, hacen difÃcil manejar los impactos climáticos, lo cual afecta su seguridad alimentaria.
Las temperaturas altas que estamos experimentando ahora afectan distintas dimensiones de la seguridad alimentaria. Si pensamos en producción, plantas y animales sufren estrés por el calor extremo, lo cual reduce su rendimiento y productividad. Esto también afecta el procesamiento y almacenamiento de alimentos, pues si no hay mecanismos de refrigeración o preservación, las temperaturas pueden reducir la vida útil del alimento y promover su rápido deterioro. Esto puede influenciar el que algunas frutas y vegetales pierdan valor nutricional.
Es importante recalcar que la comida que vemos en el supermercado la producen seres humanos. Y muchas de ellas son agricultoras de pequeña escala y de subsistencia, o personas inmigrantes que viven discriminación y negación de sus derechos. Casi un tercio de la comida del planeta la producen familias agricultoras de pequeña escala. Estas personas y alrededor de un mil millones otras están expuestas también a esas crecientes temperaturas y otros efectos del cambio climático que, en combinación con condiciones vulnerables, afectan su salud y calidad de vida, reduciendo asà el tiempo que le pueden dedicar a la producción de alimentos. De igual manera, muchas viven en el Sur Global que es una zona que está experimentando alzas en eventos extremos como sequÃas y ciclones más fuertes.
Tenemos un sistema agroalimentario globalizado que depende de la interconexión y cadenas de suministros. Eventos climáticos extremos, como ciclones, pueden afectar las cadenas de suministros que llevan comida a paÃses isleños y aquellos que dependen altamente de las importaciones. Asà que el cambio climático no solo afecta la producción de alimentos, sino otras dimensiones de la seguridad alimentaria también, como lo es la transportación.
Un evento extremo en su comunidad puede reducir su acceso a fuentes de comida, puede afectar cómo usted almacena alimentos y cómo los procesa. No podemos obviar que todo está conectado. Por ejemplo, un huracán puede afectar el sistema eléctrico y carreteras, lo cual a su vez afecta el suplido de alimentos, su almacenamiento y hasta la cocción en el hogar.
Es importante entonces subrayar que el cambio climático está afectando (y afectará) todas las dimensiones relacionadas con cómo producimos, accedemos, procesamos, comemos y descartamos alimentos. Es por ello que es importante reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y transformar nuestro sistema agroalimentario a uno más justo y sustentable para las personas y el ambiente.
Hay maneras en que puedes jugar un rol en este proceso. Primero, intenta comprar de agricultores locales. Cuando compramos y comemos frutas y vegetales locales, estamos reduciendo nuestra huella de carbono. Además, estás apoyando a los agricultores para que puedan continuar proveyendo comida a sus comunidades. Otra manera en que puedes reducir tus emisiones es compostar los desperdicios de tus comidas. El compostaje provee excelente nutrición para plantas. Si no tiene el espacio para poder compostar, a veces hay programas locales que toman tus desperdicios.